El Origen

Quizá más de alguno de los que hacemos este colectivo, si es que eso somos, se habrá preguntado en alguna oportunidad por qué me encontraba ausente de la hemorragia de publicaciones que se estuvo suscitando este último tiempo. Digo "hacemos" porque con el presente texto pretendo presentarme, o al menos a una parte de mí, si es que algo soy. Este es mi humilde acto inaugural.
Lo más probable es que crean que mi falta (no me gusta el término pero no se me ocurre uno mejor) se deba a cuestiones de pereza o, en menor medida, a obligaciones inoslayables que me han quitado el tiempo necesario para dicho propósito. Más posible aún es que no hayan pensado ninguna de estas cosas, siquiera habiéndoselas planteado. Como sea, ninguna de esas opciones se corresponde con lo sucedido. Dudo que puedan adivinar.

Aunque suene inverosímil debo confesar que he estado ininterrumpidamente rastreando las conexiones del nombre que nos agrupa en ciertos sectores de una biblioteca infinita. He aquí el resultado, he aquí nuestro posible origen (data del año 1949): ...vi la circulación de mi oscura sangre, vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Agujero Negro, desde todos los puntos, vi en el Agujero Negro la tierra, y en la tierra otra vez el Agujero Negro y en el Agujero Negro la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo.
Fascinante descubrimiento, pensé por un momento. Luego reflexioné que por más válido que sea ya no me pertenece ni a mí ni a ustedes ni a nuestro grupo ni a su "verdadero" aunque modificado autor ni a su (propio) nombre ni al mío ni al de ustedes ni al del grupo, pues lo bueno ya no es de nadie, ni siquiera del otro, sino del lenguaje o la tradición. Pero aunque no nos pertenezca ni a nosotros ni a nadie creo comprender todo el alcance de dicho fragmento: estamos sometidos a esta suerte de laberinto post-kafkiano. Estamos adentro, debemos asumirlo. Proféticamente les digo: hay que salir, parafraseando a un gran filósofo contemporáneo, del agujero (negro) interior. Sumemos; relacionemos; creemos; exterioricemos; interpelemos; compartamos; divulguemos; volemos; chupemos. Siempre que la virtualidad nos lo permita, todo(s) acá. Acá adentro.

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