Introducción a un modo de vida no Fascista

Ideal para (re)leer en épocas de elecciones.

• Liberar la acción política de toda forma de paranoia utilitaria y totalizante.

• Hacer crecer la acción, el pensamiento y los deseos por proliferación, yuxtaposición y disyunción, antes que por subdivisión y jerarquización piramidal.

• Liberarnos de las viejas categorías de lo negativo (la ley, el límite, la castración, la carencia) que el pensamiento occidental ha tenido por sagradas durante tanto tiempo, en cuanto forma de poder y modo de acceso a la realidad. Preferir lo que es positivo y múltiple, las diferencias a la uniformidad, los flujos a las unidades, los dispositivos móviles a los sistemas. Considerar que lo que es productivo no es sedentario sino nómada.

• No imaginar que sea preciso ser triste para ser militante, incluso si la cosa que se combate es abominable. Es el vínculo del deseo con la realidad (y no su huida en las formas de representación) lo que posee una fuerza revolucionaria.

• No utilizar el pensamiento para dar un valor de verdad a una práctica política; ni la acción política para desacreditar el pensamiento, como si no fuera más que pura especulación. Utilizar la práctica política como un intensificador del pensamiento, y el análisis como un multiplicador de formas y dominios de intervención de la acción política.

• No exigir de la política que restablezca los "derechos" del individuo tal como los ha definido la filosofía. El individuo es el producto del poder. Lo que es preciso es "desindividualizar" mediante la multiplicación y el desplazamiento, la disposición de posiciones diferentes. El grupo no debe ser el vínculo orgánico que une a individuos jerarquizados, sino un constante jerarquizador de "desindividualización".

• No se enamoren del poder.

Michel Foucault. (Prólogo a la edición Norteamericana del Antiedio de Deleuze y Guattari)

1 comentario:

maçha dijo...

buenisimo, concuerdo con eso de en las elecciones, si fuera militante lo pegaria en las paredes en epoca de elecciones