Viaje de LSD

"Comencé a gozar poco a poco del inaudito juego de colores y formas que se prolongaba tras mis ojos cerrados. Me penetraban unas formaciones coloridas, fantásticas, que cambiaban como un caleidoscopio, en círculos y espirales que se abrían y volvían a cerrarse, chisporroteando en fontanas de colores, reordenándose y entrecruzándose en un flujo incesante. Lo más extraño era que todas las percepciones acústicas, como el ruido de un picaporte o un automóvil que pasaba, se transformaban en sensaciones ópticas. Cada sonido generaba su correspondiente imagen en forma y color, una imagen viva y cambiante. Luego me dormí exhausto y desperté a la mañana siguiente reanimado y con la cabeza despejada, aunque físicamente aún un poco cansado. Me recorrió una sensación de bienestar y nueva vida. Cuando más tarde salí al jardín, en el que ahora, después de una lluvia primaveral, brillaba el sol, todo centelleaba y refulgía en una luz viva. El mundo parecía recién creado. Todos mis sentidos vibraban en un estado de máxima sensibilidad que se mantuvo todo el día." Extraído del libro La Historia del LSD de Albert Hofmann (químico e intelectual suizo, sintetizó por primera vez el LSD).

Intentos de narrar experiencias inenarrables. Experiencias que son viajes. Viajes que no implican carreteras. Viajes que generan sinestesias. Viajes que renuevan, se renuevan, renacen, te hacen renacer. Maximizan tu sensibilidad. Y a sentir al mundo como recién creado…
Intentos de narrar lo inenarrable. Mejor aún: intentos de irradiar y profundizar estos viajes, estas experiencias únicas, irrepetibles, rebeldes. Experiencias cambiantes, individuales y, a la vez, compartidas con la gente que amás y que te ama, genuinamente, en sus infinitas variantes.
Viajes ilegales. ¿Cómo podría ser el LSD legal si no es útil ni para el disciplinamiento ni para el control? Los llamados psicofármacos, en cambio, son claramente funcionales, de ahí su aceptada y consensuada legalidad.

¿Se imaginan al mundo entero de pepa?


(NOTA: El LSD no tiene potencial de adicción física. Tampoco tiene adicción psicológica. La sobredosis en LSD no existe o es prácticamente nula, la dosis letal de LSD en humanos es decenas de miles de veces una dósis normal. De todos modos hay ciertos peligros latentes en el uso del LSD: la mayoría de estos peligros son psicológicos, pues en ciertos casos puede "sacar a flote" psicosis latentes o exacerbar estados depresivos que lleven a un comportamiento irracional.)

1 comentario:

Marian dijo...

Genial guidito.

Creo que está bueno recordar que todos estos estímulos sólo ponen en movimiento cosas que están dentro nuestro. El viaje, por suerte, será simpre según lo construyamos.

Imaginemos, entonces, un mundo de pepa, un mundo relamente nuestro